Una vez más quiero dar las gracias y felicitar a Maitane, por su comportamiento en el Europeo de Cross, por toda su trayectoria y por su forma de entender el deporte como un complemento , muy importante si, pero un complemento de su vida.
Ha tenido además el detalle de contarnos su experiencia en Samorín. Aquí os dejo con ella
Feliz, así me siento, feliz. Muy contenta después de haber podido participar en mi primer Campeonato de Europa de Campo a Través en Samorin (Eslovaquia), lo que ha supuesto mi primera internacionalidad.
Han sido muchos años de trabajo y esfuerzo, y es ahora, ya cerca de la veteranía, cuando he podido disfrutar de esta experiencia.
El trayecto para llegar hasta aquí ha sido duro y complicado. Este año la RFEA estableció unos criterios muy objetivos para realizar la selección de cross lo cual obligaba a los atletas a correr tres crosses seguidos de alto nivel.
Yo comencé muy bien la temporada, encontrándome fuerte en las dos primeras carreras, sin embargo, en el tercer y último cross clasificatorio acusé el cansancio acumulado quedando mi plaza para el Europeo en manos de los técnicos de la RFEA. Ya nada más podía hacer, lo había dado todo y sólo quedaba esperar.
Es cierto que pasé unos días de nervios hasta ver mi nombre inscrito en la circular de la RFEA. Que ilusión me hizo ver que esta vez yo también iba a poder formar parte de esa selección de atletas que iban a disputar la prueba continental.
El viernes día 8 de diciembre comenzaba nuestra aventura Europea. Nos concentraron en un hotel de Madrid donde se realizó la presentación oficial del equipo, y después de una serie de fotos y de breves entrevistas zarpamos para el aeropuerto rumbo a Samorin.
Yo estaba un tanto nerviosa porque para mí todo era nuevo. Por suerte conocía a varias chicas del equipo femenino que facilitaron estos primeros minutos.
El viernes a la noche llegábamos a Samorin. El hotel era una especie de residencia para deportistas en el cual nos alojábamos todas las selecciones de los distintos atletas. Fue muy emocionante cruzarte por los pasillo con atletas mundialmente conocidos. Tengo que reconocer que no desaproveché la oportunidad de sacarme fotos con varios de ellos.
El sábado fue el día de reconocimiento del circuito, el cual se encontraba ubicado en las inmediaciones de nuestro alojamiento.
La carrera se iba a desarrollar en un hipódromo, por suerte, apenas había barro y el terreno estaba más duro y rápido de lo que nos habíamos imaginado inicialmente. Después de realizar un breve calentamiento sobre el terreno nos fuimos a descansar y a acumular fuerzas para la carrera que tendría lugar al día siguiente.
La tarde del sábado la dedicamos a estar con los compañeros de equipo. Yo compartí habitación con Nuria Lugueros y es en estas ocasiones donde conoces realmente a las personas, más allá de su faceta únicamente como deportista. Me llevé una muy grata experiencia de vivir este campeonato con atletas como Ana Lozano, Trihas Gebre, Solange Pereira, Esther Guerrero o Nuria Lugueros, sin duda, uno de los recuerdos que me llevaré de este campeonato es poder haber conocido un poco más a todas ellas.
El domingo era el gran día. Me levanté a las 7.00am ya que la carrera era a las 11.15h y quería desayunar con tranquilidad. A las 9.30 habíamos quedado en la recepción del hotel para ir al circuito de cross. Yo bajé sola al hall, con tiempo suficiente para estar tranquila. Sin embargo, de pronto me di cuenta de que me había dejado la acreditación en la habitación por lo que volví a por ella. Al llegar, no la encontraba, mi acreditación no aparecía por ningún lado, yo no me lo podía creer. Di vuelta a toda la habitación, armarios, bolsos, bolsillos, rincones, etc,… y la acreditación seguía sin aparecer. No me lo podía creer, que angustia me entró! Después de todo lo que me había costado llegar hasta ahí me iba a quedar sin correr por culpa de la dichosa acreditación, iba a ser el “hazme reir” del campeonato. De pronto, sonó mi móvil, era Nuria. Me dijo que ella había cogido el documento porque lo encontró olvidado en mi mesilla, por lo visto nos debimos de cruzar al subir y bajar a la habitación, por lo que no nos vimos. Menos mal… que alivio…
Una vez pasado el mal trago, llegamos al hipódromo. Qué frío hacía! La temperatura era de 0ºC, pero la sensación térmica era muchísimo menor debido a las fuertes ráfagas de viento.
Ya estaba ahí, a punto de participar en mi primer Europeo al lado de corredoras como Yasemin Can, Meraf Bahta, Grovdal, Gemma Steel, McCormack, etc…,qué ilusión! He de reconocer que en un momento dado le dije a Ana Lozano que estaba emocionada. Estuvimos mucho rato en cámara de llamadas, menos mal que ahí no hacía frío ya que había estufas calefactoras. El problema estuvo en los 10 minutos antes de la salida, que nos quedamos congeladas.
Los dos minutos previos al inicio de la prueba se me hicieron eternos, que ganas tenía de comenzar a correr. Al escuchar el pistoletazo de salida, salí del cajón igual que un caballo desbocado, ya estaba en acción. No veía más que corredoras por todos lados y mi sensación era de ir al máximo. Aun así, comencé en la parte trasera del grupo., que manera de correr. El circuito constaba de 1 vuelta corta y 5 largas, haciendo un total de 8200m. Mi carrera fue en progresión, consiguiendo remontar varias posiciones en la última parte para terminar como quinta española y en la posición 53 de la general. Como deportista exigente e inconformista que soy, siempre quiero más, pero eso es una carrera de máximo nivel que hay que valorar. Lo di todo y sobre todo disfruté, así que tengo que estar satisfecha con el resultado, pero sobre todo, muy feliz con la experiencia y oportunidad de estar ahí.
Sin duda, si algo tengo que destacar de mí vivencia en este campeonato, si tuviese que quedarme con un recuerdo, me quedaría sin duda con el abrazo que nos dimos Nuria y yo en cuanto cruce la meta, y el que nos dimos un poco después cuatro integrantes más del equipo. Ese momento en el que estas vacía por el esfuerzo realizado pero llena por la alegría de haber terminado y reencontrarte con las compañeras, fue sin duda el mejor momento de todo el campeonato. En la clasificación por equipos quedamos en quinta posición igualadas con las cuartas y a tan solo 6 puntos del pódium.
Después de correr llegó el momento de la relajación, ducha, comida y conversaciones con el resto de atletas para contarnos las experiencias vividas. A la tarde tuvimos la oportunidad de visitar Bratislava, una ciudad pequeña para ser capital de país, pero con mucho encanto.
El lunes, retornamos el camino a casa. Que ganas de volver y de ver a mi familia. Sin duda, la separación de mi pequeño y de Alberto ha sido lo más duro del viaje. Tengo que reconocer que no lo he llevado nada bien, pese que a día de hoy las comunicaciones han mejorado mucho y facilitan el contacto. He pasado momentos difíciles debido a estar varios días separada de mi familia. Por suerte, ya estoy de nuevo con ellos y el reencuentro ha sido mucho mejor de lo que podía esperar.
Gracias Maitane y Feliz Año
